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23 de febrero de 2013

Otro inicio de clases conflictivo

Año tras año se repiten "los conflictos" docentes en diversas provincias del país.

Siendo una problemática recurrente, repetida hasta el hartazgo ¿no es posible ir al fondo de la cuestión y solucionarlo, al menos, antes de que ocurra?
En lo personal estoy convencido que no. No se puede porque los representantes políticos y sindicales no quieren resolverlo ya que de esta manera quedan abiertas muchas puertas para "arreglos" y "maniobras" políticas que tienen como fin perpetuar en la representación a personajes nefastos. Me explico...

El ejemplo de la provincia de Buenos Aires (que se repite en otras provincias)

Los sindicatos docentes, en su mayoría, tienen dirigentes kirchneristas.
El gobierno nacional quiere "controlar" el dinero para hacer política y tratar de realizar cambios en el sistema para perpetuar en el gobierno a la actual presidente (reforma constitucional o plebiscito para cambiar el sistema republicano-constitucional).

Un ejemplo de ello es que este año, los intendentes podrán acceder directamente al gobierno nacional en busca de fondos para realizar "obras y política" salteando a los gobernadores destruyendo así el sistema federal (artículo 1º y siguientes de la Constitución Nacional). ¿Por qué? Porque de esta manera pueden "manipular" a los punteros corriendo del lugar a los gobernadores como Scioli que son los que podrían disputarle la futura presidencia a Cristina Fernández.
Por ello, el gobierno nacional retacea fondos a las provincias ¡incluso los que les corresponde por coparticipación! Inaudito.

Entonces, mientras siga vigente esta forma vil de "hacer política", los trabajadores seguirán siendo rehenes de estos representantes sin escrúpulos.

Es así que Scioli tiene que decir en enero que no tiene dinero para que los salarios de los empleados públicos puedan actualizarse más allá del 6 %.

¿Se va entendiendo?

Al acercarse el inicio de clases, se movilizan los sindicatos (la mayoría con dirigentes kirchneristas) y "llaman a la lucha" con declaraciones atacando en forma directa al gobernador Scioli.

Scioli, personaje que no merece la más mínima de mis simpatías, sigue haciendo declaraciones en el sentido de estar junto a la presidente... Como si ello abriera la caja.

Los peronistas se pelean entre ellos y nos meten a todos los argentinos en sus disputas.

Año tras año el mismo circo

Paritarias ¡un logro del gobierno! Pero luego Sileoni (Ministro de Educación de la Nación) las cierra intempestivamente sin acuerdo con los docentes. Dos años seguidos lo hizo ¿y hay sindicalistas que siguen yendo a sus reuniones?

¡Llamamos a la lucha, paro! Y toda la sanata...

Paro. Descuento de los días de paro que financian las actualizaciones salariales de los docentes.

¿Y qué sucede después? Que "mágicamente" aparece el dinero para lograr un acuerdo y se resuelve el conflicto. ¿Cuándo? Entre fines de febrero y principios de marzo. Todos los años igual.

¿Y por qué siempre en esa fecha? Porque así la actualización salarial se cobra a partir de abril. Es decir "tienen que hacer tiempo".

Mientras todo esto sucede, los mismos que dicen defender a la educación pública la hunden cada día más. Porque en las escuelas de gestión privada las clases sí comenzarán. Después dicen lamentarse sobre la realidad de que las escuelas de gestión pública pierden alumnos que son ganados por las privadas.

¿Propuestas alternativas?

Se pueden dar muchas. En este contexto, con Fernando Carlos Ibáñez venimos planteando desde hace más de 10 años el PARO ACTIVO que tan bien lo explica en esta entrada; pero los sindicalistas no aceptan porque pierden "el control" sobre las bases (docentes).

No obstante ello, hay que tener en cuenta algunos puntos...

  • Hay un problema que es "de caja": Para pagar salarios hace falta dinero. Estos sindicalistas que defienden el modelo actual de poder político critican a los gobernadores diciéndoles que vean la forma de recaudar más y mejor (es decir, exprimir al pueblo con mayores subas impositivas).
  • Ya están planteando que hay que aumentar el PBI para educación al 8 % porque con el 6 % está visto que no alcanza. Esto es relativo. Sucede que comienzan a plantear este asunto con una falacia, porque el tema no es el porcentaje del PBI sino a cuánto asciende el PBI (si es más, el 6 % sería una cifra de dinero mayor). Pero, sobre todo, el asunto es que se gasta mal, muy mal.
  • El problema de los salarios se resuelve teniendo políticas de desarrollo nacional en forma integral. Vías de comunicación, generación de energía, más producción con mayor valor agregado e innovación permanente, capacitación "en serio" de mano de obra calificada, etc. Pero esto llevaría a resolver la miseria y la pobreza que el peronismo no quiere hacer porque mermaría considerablemente su manipulación política y, por ende, los votos recibidos en las elecciones.

Enlaces a noticias de 2012 "para recordar":
(Fíjense los porcentajes que ofrecían en Nación y provincia y por cuánto "arreglaron" al final, para que vean que primero rechazan y luego aceptan, pero en marzo para cobrar recién en abril con el reajuste)

Fin del circo ¡hasta el año que viene! (es decir, hoy, 2013 en que todo se repite).

Once, un año de ignominia y cinismo

Hace un año... Fue el 22 de febrero de 2012 el día de la tragedia con 52 víctimas fatales y más de 700 heridos. Una "tragedia anunciada" por todos los informes técnicos realizados desde años anteriores más las permanentes denuncias de los usuarios y periódicos trabajos de investigación periodística... Varios accidentes "menores" produciéndose semana tras semana...

Lo que indigna es que los funcionarios del gobierno más sus adherentes siguen con sus pretenciones de imponer a la sociedad un "relato" falso; muchas veces, desviando la discusión de fondo para otro lado con tal de echar culpas ¡incluso a la gente que viajaba! Argumentaciones falaces como que hubo muchos muertos porque no era un día feriado y aberraciones por el estilo dejan al desnudo, una vez más (porque la tragedia de Once es sólo uno de los casos de corrupción y mentiras gubernamentales), que estamos ante funcionarios cínicos e hipócritas.

Acá hay un pequeño resumen de algunas aberraciones...





Enlace interesante:

16 de febrero de 2013

El caso de Elías Pregno


“Me vuelvo antes, Señora”: carta a Cristina Fernández de Kirchner
(El caso de Elías Pregno, becado, sin euros e invitado a comprar blue)

Publicación original en Tribuna de Periodistas, 16 de febrero de 2013

Señora Presidenta de la nación argentina, Cristina Fernández:
Si bien no soy una persona tan ocupada como usted, no es baladí apuntar que tampoco me sobra el tiempo.
En atención a ello, y a que no es mi estilo incurrir en falsificaciones, ahorraré en fórmulas protocolares que describen presuntos estados anímicos, en apariencia, tributarios del mero hecho de dirigirle una esquela. Asimismo, temo que la destemplanza espiritual que por estos días me asalta impídame observar el trato respetuoso que su investidura impone.
Concluyo este breve introito haciendo notar que inscribo la presente como una cabal materialización del legítimo ejercicio de un derecho, cual es el de peticionar a las autoridades; sin embargo, advierto cierto funcionamiento paradojal en la dinámica de esta misiva, toda vez que escribirla y hacérsela llegar informa mi propio débito ciudadano, puesto que lo que me urge pedirle es: reflexión.
Por si su grupo de colaboradores no le comentó mi caso, le cuento que soy el muchacho al que ganar una beca le significó un problema; se lo resumo sucintamente.
Mi nombre es Elian Pregno, tengo 32 años de edad y soy abogado, no exitoso pero sí apasionado con la vocación que desde muy temprano me abrazó: la docencia, aunque sé que se trata de un menester que no goza demasiado de su aprecio, a juzgar por sus propias palabras hace poco menos de un año.
Promediando 2012, se me comunica que el Instituto Internacional de Sociología Jurídica (en adelante, IISJ), había resuelto otorgarme una beca de residencia para una estancia de investigación en la sede que la entidad tiene en Oñati, un bonito pueblo de estética medieval situado en la provincia de Gipuzkoa, en el País Vasco.
Quiero poner énfasis en el prestigio de la institución anfitriona, en tanto y en cuanto es un centro de referencia para la disciplina que allí se cultiva.
Las condiciones de la adjudicación dejaban a salvo que el IISJ sólo correría con los gastos de alojamiento, y que no estaban alcanzadas las erogaciones en concepto de traslado y manutención; a esos efectos, se esclarecía que la beca tendría una duración máxima de tres meses y debía desarrollarse entre octubre de 2012 y marzo de 2013. En esa inteligencia, solicité —y obtuve— para esos rubros, un subsidio de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, donde me desempeño como investigador y profesor de grado y posgrado, y así cumplir con el plan de investigación durante los dos primeros meses del año en curso.
Conforme las estipulaciones de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), esto es: con billete aéreo en mano y siete días antes del viaje, solicité a través del sitio web de la agencia recaudadora la autorización pertinente para la compra de moneda extranjera.
Inmediatamente después, lucía al pie de la pantalla siguiente una leyenda: “Sr. contribuyente: conforme a la información obrante en nuestras bases de datos, su solicitud no es compatible con su capacidad contributiva”. Esa respuesta se mantuvo hasta el día mismo de mi partida, el 15 de enero del corriente.
Fui personalmente tres veces a la AFIP y redacté de puño y letra una nota al titular del organismo, elevándole la totalidad de la documental que respaldaba mi pretensión. Ninguna de las gestiones valieron para convertirme en un abogado exitoso; de hecho, en el expediente administrativo que se inició con mi presentación manual espontánea del 11 de enero de 2013, no ha recaído todavía resolución alguna. Ironía burocrática mediante, además de sugerirme que compre “lechuga”, me hicieron notar que mi pedido estaba muy próximo a la fecha de embarque (?). ¡Cómo si de mi dependiese! En fin…
Hasta aquí, los acontecimientos que, como podrá apreciar, la contradicen ampliamente en cuanto a su declamada inexistencia del “cepo cambiario”.
El devenir de los aconteceres, señora, suele ser muy poco afecto a la obediencia, aunque la voz de mando sea la del más cruel de los tiranos. Ese, es un punto de vista; en efecto, es el que usted sufre habitualmente al constatar la trágica rebeldía en al que incurre la realidad frente a las órdenes que le imparte desde su enmarfilada torre de control. Pero hay otro, también muy plausible, y es el que sostengo desde hace un tiempo a esta parte: usted, señora, miente.
Miente con descaro ante la mirada atónita de un mundo que no comprende la historia pre-fabricada que usted trafica. Claro, tratándose de una mujer de poder, no le cuesta hacerlo. Y qué cosa es el poder sino mentir, que los interlocutores conozcan de la mendacidad de las palabras y, aún así, creerlas; más todavía, a usted, señora, la aplauden y la vivan, aún cuando la bocanada se dirige a infundir pavura en sus oyentes.
En tanto, la mentira genera un efecto derrame hacia el conglomerado social que vuelve en alucinación. La Argentina, señora, ha ingresado en un peligroso estado de alucinación en el que se ve lo que no ocurre y se ciega ante lo que sucede.
Ciertamente, reconozco entre sus adláteres a concienzudos gramscianos, desde que han logrado apoderarse de la intelectualidad para forjar un relato. Ese relato, señora, edita el pasado para forzar el presente y asegurar el futuro.
Ese efecto alucinógeno resulta alienante. Y sólo una nube de conciencias eclipsadas explica que usted pase inadvertida ante gran parte de la sociedad.
El estado de enajenación que usted promueve, señora, facilita la inercia ante el gobierno más autoritario que haya conocido la recuperada democracia argentina.
Nunca antes un Ministro de Justicia había quedado al borde del desacato sin sufrir consecuencias. Nunca antes el Consejo de la Magistratura había menoscabado tanto al Poder Judicial. Nunca antes se había desconocido al Presidente de la Auditoría General de la Nación. Nunca antes habíamos tenido un uso notarial del Parlamento. Nunca antes un Jefe de Gabinete había insultado a los miembros de un Tribunal de Alzada. Nunca antes se había apañado el accionar violento de un Secretario de Comercio. Nunca antes un Ministro de Planificación había aplaudido a un Secretario de Transporte, responsable de tener ante sí 51 ataúdes. Nunca antes un Viceministro de Economía había menospreciado públicamente la seguridad jurídica. Nunca antes habían desaparecido expedientes de la Inspección General de Justicia que comprometiesen la transparencia financiera del Vicepresidente de la Nación. Nunca antes el Presidente de la República había amedrentado ciudadanos por Cadena Nacional.
¿Y sabe qué es lo más grave, señora? Que hacerse “el compadrito” con quien no puede defenderse es una canallada; es tan vil como si, por ejemplo, el primer mandatario de un país visitase alguna de nuestras universidades —pongamos por caso, la UNLaM— y ningunease a los estudiantes. Esa es una actitud patotera que usted, señora, como yo y muchos más, seguramente reprobamos.
A su tiempo, como los inviernos en Oñati son muy lluviosos, no me cuesta despuntar el hábito de la escritura (también el de la lectura), pero no me olvido del temita de los euros que su gobierno arbitrariamente no me vendió, justamente por el cual molesto su amable atención. Retomo, entonces, el hilván.
Los pocos dólares que pude reunir me alcanzaron para convertirlos en la suculenta suma de ciento cincuenta y ocho euros (€ 158,00). ¿Qué le parece? Nada mal, ¿eh? Si no fuera porque con ellos debí ingeniármelas para subsistir durante dos meses a unos quince mil kilómetros de mi casa. Le confieso que, por momentos, la tesitura de su gobierno, autocrática y carente de argumentos, me hizo pensar en desistir del emprendimiento. No le voy a mentir, señora, cada vez que fantaseaba con la idea de estar en Europa, sin dinero, experimentaba algún grado de inseguridad; “una sensación”, como usted y los suyos gustan decir. Más pude reaccionar a tiempo y me vine igual, con esa enjundiosa suma de dinero y mis tarjetas de crédito.
Ahora bien, en torno a esto último, he pensado una serie de preguntas que quisiera formularle. Las hago públicas con la intención de que alguien se las traslade, en mi nombre, durante su próxima conferencia de prensa. Aquí van:
1) Aunque la consulta en AFIP por la compra de euros haya sido electrónica, se trata de un auténtico acto administrativo. ¿Puede usted explicarme, señora, qué información obra en las bases de datos de la agencia de recaudación para concluir sobre mi capacidad contributiva y denegarme la compra de moneda extranjera? Coincidirá conmigo en que, como ciudadano, estoy en mi derecho de conocer los datos almacenados respecto de mi persona, máxime cuando se apoya en ellos para restringirme derechos.
2) En mi caso, el día 21/12/2012 cobré un cheque en la sucursal Azcuénaga del Banco Nación, librado a mi nombre por la Facultad de Derecho de la UBA (por pudor, me reservo el monto, pero me permitía sobradamente acceder a las cifras que requería), en concepto de subsidio. ¿Por qué razón, señora, la AFIP no me vendió la cantidad de euros equivalente al monto del cartular?
3) Si a la AFIP le constan mis ingresos (a esta altura del año, con aguinaldos y premios) y, además, la transacción bancaria mediante la que se me pagó un subsidio en concepto de “ayuda para viaje” —tal como lo indica el recibo—, pero luego la oculta en la motivación del acto administrativo que me negó la compra de euros. ¿No considera usted, señora, que incurre la administración en desviación de poder?
4) Si no tengo capacidad contributiva para adquirir moneda extranjera, ¿no le parece contradictorio, señora, que luego me cobre un 15% más por pagar con tarjeta de crédito en el exterior, máxime si pude haberlo evitado comprando los euros?
5) Seré curioso, señora, pero el 15% extra que me cobrará la AFIP sobre los consumos que haya realizado en el exterior y figuren en el resumen de mi tarjeta de crédito, ¿qué naturaleza tiene? Supongo que no será impositiva, ¿verdad? Pues, en ese caso, usted sabe, señora, que se viola el principio de legalidad tributaria.
6) El plus del 15% que AFIP me cobrará por contratar bienes y servicios en el extranjero con tarjeta de crédito, ¿en concepto de qué es y cuál es la contraprestación? Si no la tiene, señora, ¿no constituye un auténtico enriquecimiento sin causa por parte del Estado?
7) Quienes defienden esta medida sostienen que o es el “cepo cambiario” o es el ajuste. Lo primero que se pone de manifiesto, señora, es que la están contradiciendo. Hay “cepo cambiario”. Lo segundo, es que no alcanza a distinguirse que el ajuste no se efectivice de todos modos; principalmente a través de la inflación, la que usted se empeña en negar. En cualquier caso, señora, seguramente se lo han preguntado muchas veces ya: la inflación, ¿es la que marca el INDEC? Y si no es así y supera los 25 puntos, ¿cuándo explota todo, conforme la escuchamos profetizar desde Harvard?
8) En mi caso, la restricción cambiaria que usted defiende, afectó la libertad de aprender. Lo que quiero saber, señora, es: aprender, ¿es un derecho humano?
9) La posibilidad de capacitarse, y de hacerlo en instituciones de excelencia, habilita luego la replicación en los procesos de enseñanza-aprendizaje de nuestras universidades. ¿No le parece, señora, que es una oportunidad que merece ser aprovechada?
10) Por último, señora (y créame que tendría más, muchísimas más, para preguntarle), ¿por qué interviene en el mercado oficial de divisas y hace “la vista gorda” —por decirlo de algún modo— ante las cuantiosas sumas de dinero que, a diario, cotizan en el mercado paralelo? Si usted, señora, legitima la duplicación de mercado, aporta un inmejorable sustrato material para argumentar, con fuerte capacidad de persuasión, que usted tiene un doble discurso. De otra forma, ¿por qué razón, señora, no desmantela el negocio de los que compran y venden euros, dólares, reales, a escasos metros de su despacho?
Finalmente ocurre, señora, que yo no voy a comprar “euro blue”. ¿Sabe por qué? Porque es delito, señora, por eso, porque es delito y no voy a delinquir para oponerme a su autoritarismo.
Y entiéndaseme bien: no voy a cortar el hilo por lo más delgado cargando contra el ciudadano que quiere descansar durante quince días al año y se encuentra con que no le venden moneda extranjera. De ninguna manera. La que desprecia la legalidad, tal vez por considerarla un producto burgués, es usted, señora.
Por otra parte, esa estrategia, señora, la de ocupar todo el espacio (tal como lo enuncia claramente su lema: “vamos por todo”), incluso al filo de la ilegalidad, le permite “eliminar las alternativas”, pues ¿qué opciones le quedan a quienes quieren “jugar” límpidamente en el sistema? Si se pasa a la ilegalidad (y de eso la gente que la rodea sabe mucho) se acaba por convalidar una metodología como la suya, apoyada en la confusión estado-gobierno-partido.
Sin embargo, a pesar de que pueda sonar animado, debo decir que, por momentos, ha logrado quebrarme, señora. Tanto es así, que he decidido adelantar mi vuelta por obvias razones: con las tarjetas de crédito puedo extraer dinero en efectivo de los cajeros automáticos, pero sólo hasta un 20 % de mi límite crediticio y abonándole a usted el plus del 15%. De modo que estaré en la Argentina una semana antes de lo previsto, pero honrando todos y cada uno de mis compromisos aquí; de hecho, como puede ver, le escribo desde Bolonia, pues he dado hoy una conferencia en la Universidad de San Marino. Quédese tranquila, señora, haré mi mejor esfuerzo para que mi país esté dignamente representado.
Sinceramente espero no haberla distraído de sus quehaceres, señora; sólo me resta augurarle éxitos en su singular responsabilidad, toda vez que su suerte es la mía y la de un país que tiene conciencia, clara y distinta, de que una democracia sin república se vuelve demagogia.
Atentamente.
Elian Pregno
Uno de sus 40 millones de mandantes
elianpregno@yahoo.com.ar
(Especial para Tribuna de Periodistas)

10 de febrero de 2013

Inflación en Argentina - Compras Familia


Desde noviembre del 2008 guardo todos los recibos de la compra mensual que realizo. Prácticamente, son los mismos productos y de las mismas marcas; pero varias veces he tenido que comprar otra marca o de diferente tamaño ante el faltante.

Las marcas han bajado la calidad de muchos productos para no elevar precios más del porcentaje permitido por la Secretaría de Comercio. Hay varios que ya son "inconsumibles".

Aquí expongo algunos ejemplos del período enero-2012 a febrero-2013 último año. Si quieren ver la progresión desde noviembre de 2008, bajen el siguiente archivo pulsando aquí.

Para hacer los cálculos de un precio respecto de otro y tener el porcentaje de aumento, pulsando aquí se accede a una página con un calculador muy fácil de usar.

Además, dejo las 2 imágenes de la boleta de compra de febrero de 2011 para comparar con un año más cómo han aumentado los diversos productos... 

Atún en lata:
2012, enero, 4.49 $
2013, febrero, 5.75 $
Aumento: 28 %

Azúcar, 1 kg.:
2012, marzo, 5.99 $
2012, diciembre, 6.89 $
Aumento: 15 %

Carne picada (pulpa):
2012, abril, 33.90 $
2013, febrero, 39.29 $
Aumento: 15.90 %

Coca -Cola, 2 l. a 2 1/4 l.:
2012, abril, 8.69 $
2013, febrero, 11.49 $
Aumento: 32 %

Detergente Magistral x750cc.:
2012, enero, 12.99 $
2013, febrero, 15.19 $
Aumento: 16 %

Fideos huevo Don Felipe:
2012, enero, 8.99 $
2012, febrero, 10.35 $
Aumento: 15 %

Filtros para café:
2012, marzo, 5.49 $
2012, diciembre, 11.55 $
Aumento: 110 %

Galletitas Express tripack:
2012, enero, 5.99 $
2013, febrero, 6.89 $
Aumento: 15 %


Galletitas Lincoln:
2012, enero, 3.49 $
2012, diciembre, 4.70 $
Aumento: 34.7 %

Galletitas Melba:
2012, marzo, 3.99 $
2013, febrero, 4.59 $
Aumento: 15 %

Head & Shoul. Shampú:
2012, enero, 22.99 $
2012, diciembre, 28.75 $
Aumento: 25 %

Leche en sachet:
2012, enero, 4.59 $
2013, febrero, 6.99 $
Aumento: 52 %

Mayonesa, frasco 350 cc.:
2012, enero, 6.49 $
2012, diciembre, 8.09 $
Aumento: 25 %

Papel higiénico x6:
2012, enero, 6.99 $
2013, febrero, 7.49 $
Aumento: 7.2 %

Rollos de papel x3 x2u:
2012, enero, 6.99 $
2013, febrero, 19.99 $
Aumento: 185 %

Tomate al natural (lata):
2012, enero, 4.49 $
2013, febrero, 5.49 $
Aumento: 22.3 %

Yerba mate 1 kg.:
2012, enero: 10.99 $
2013, febrero, 29.49 $
Aumento: 168.3 %

22 de enero de 2013

Escuela: Comparación de épocas (parte 19)

Política

1973-1977:

En la escuela, la primera vez que comentamos en clase sobre la situación del mundo y del país fue en 2º año (1974) en una materia llamada E.R.S.A. (Estudios de la Realidad Social Argentina). En esa materia comentábamos los recortes de diarios y revistas que debíamos hacer y que engrosaban semanalmente nuestra carpeta. Tales comentarios pasaban por contar qué noticias llevábamos y qué decían (las leíamos antes de ir a clase). En las otras materias sólo se trataban los temas de las mismas. Así pasamos 1º, 2º, 3º, 4º y 5º año. Pero en el último año tuvimos una materia, Instrucción Cívica, donde leíamos y explicábamos la Constitución Nacional en plena dictadura militar (corría el año 1977). Las clases transcurrían sin mayores novedades hasta que un día del mes de septiembre, al terminar la clase, me vi (todos nos vimos) sobresaltado por algo que expresó el profesor Camaño; palabras más, palabras menos, dijo: "En fin, lo que pasa es que los que no quieren cumplir con lo que estipula la Constitución Nacional y los derechos que tenemos todos son unos verdaderos hijos de puta. Y este gobierno militar no la cumple". No sólo el sobresalto fue por el insulto (primera vez que escuchaba uno de parte de un profesor) sino por la forma, un sentimiento muy profundo al expresarlo que hasta el día de hoy marca mucho mis indignaciones ante una realidad de bajo nivel ciudadano.
En la escuela, pero no en hora de clase, entre pares, comentábamos algunos hechos de la política de aquellos años. Los temas que más nos impresionaron (los que más comentamos), fueron...
1973, causó gran conmoción el asesinato del periodista José Domingo Colombo el día 3 de octubre.
1974, asesinato de Rogelio Elena, Antonio P. Magaldi y el fallecimiento de Juan D. Perón. En lo personal, tuve que dejar de concurrir (al igual que mis hermanos) a principios del mes de noviembre; la razón fue que en el bolsillo del guardapolvos de una de mis hermanas apareció una nota de amenaza de muerte para toda la familia. Mi madre concurrió al colegio para ver cómo andaba en cuanto a calificaciones y faltas; la rectora entendió el problema al igual que los docentes. Sólo tuve que ir un rato una mañana a hacer una prueba para Lengua. La aprobé.
1975, hubo un día en que el ambiente estuvo muy agitado. El Centro de Estudiantes tomó el colegio. Pero en las actividades diarias, nada cambió. Ellos, se decía, estaban reunidos con la Rectora en su despacho. La mañana terminó normalmente y al otro día ni se hablaba del tema. También comentamos entre los alumnos la preocupación que tenían nuestros padres por el salvaje aumento de los precios y servicios del llamado "rodrigazo".
1976, el golpe de Estado fue un tema hablado en los recreos por muchos días y ya estábamos bastante grandecitos (16 años) y la luego llamada "masacre de Juan B. Justo"; no había muchas versiones diferentes sobre aquel enfrentamiento ya que todo había sido bastante claro (pasados unos días, 4 o 5, pasé por el lugar y fue un golpe enorme ver los agujeros de los disparos realizados contra la vivienda de los fallecidos y en las casas de enfrente). Mi familia comenzó a tener graves problemas económicos ya que luego del golpe de Estado del 26 de marzo mi padrastro se quedó sin trabajo y mi padre tuvo una baja de categoría en el suyo (el primero trabajaba en SO.MI.S.A y el segundo en la sede central de la Aduana).
1977: El tema que más comentamos, recuerdo, fue la muerte del Obispo Carlos Horacio Ponce de León (el colegio está a pocos metros de la Catedral de San Nicolás).
Durante esos 5 años también hubo comentarios sobre los atentados subversivos, los problemas con el gobierno, los sindicatos, el golpe de Estado en Chile (1973), hechos de la Guerra Fría...

2012:
Dentro de la escuela muchos docentes planteamos temas de la política pasada y actual más allá de nuestras materias específicas. Y la sala de profesores emula a la Jabonería de Vieytes.
Respecto de mis clases he tenido, en este tema, sinsabores muy grandes. En la escuela pública los alumnos (en todos los cursos que tuve) estuvieron muy lejos de interesarse por las cuestiones políticas. Al abordar un tema de la actualidad, la mayoría no atendía y seguía en lo suyo. Otros, quizá por tener algo de pudor, no hablaban y hacían como que atendían, pero casi ninguno participaba dando alguna opinión o haciendo un comentario. Sólo puedo poner como excepción a dos alumnos de 5º año (turno mañana) y uno de 4º (turno tarde) que una vez en todo el año, hablaron sobre un tema que -supongo- les interesaba.
En la escuela privada el asunto no era muy diferente salvo que en 4º y 5º había 3 o 4 alumnas que expresaron varias veces alguna opinión y hasta preguntaron ¡casi me desmayo de la emoción, alumnos preguntando, genial!
Respecto de los docentes, hay que hacer algunas caracterizaciones. Están los más jóvenes, que en la sala de profesores casi ni hablan de temas políticos y los más viejitos que sí hablan de temas políticos. El mayor problema que considero existe es que muchos docentes han entrado en el juego de estar en una u otra vereda (apoyando o criticando al gobierno o a la oposición) en forma más emocional que racional. Las argumentaciones que se pretendieron esgrimir, en su mayoría, carecían de premisas sustentables y eran repeticiones de lo expresado por algún funcionario o medio de comunicación. Calcado. Es como si el pensamiento propio, el del "ciudadano", se desdibujaba en un simple "habitante" que defendía su posición como si fuera una cuestión de fe.
Este asunto lo considero gravísimo ya que somos los docentes los que debemos mostrar a las nuevas generaciones lo que significa la república, democracia, valores... Conceptos. Si un docente no sabe qué significa la república o el respeto a un contrato social, que no conoce las leyes vigentes ¡ni lo que establece la Constitución Nacional!, entonces, la situación existente es de suma gravedad. ¿Qué se puede esperar de un ciudadano o habitante del país si sus docentes no saben lo que deben enseñar como cuestiones básicas y fundamentales respecto a la "mejor manera de vivir juntos"?
Cuando se daban argumentaciones precisas (por parte de los pocos docentes que las hacían), se recibían contestaciones que nada tenían que ver con lo planteado o que apelaban a establecer comparaciones o contrastaciones con hechos sucedidos en 1945, 1955, 1976... Y que muchas veces no eran reales (manipulación del pasado) o con una interpretación capciosa de las copiadas "de otras bocas".

Enlaces de interés:

Parte 01: Introducción
Parte 02: Vestimenta
Parte 03: Respeto hacia los docentes
Parte 04: Respeto entre pares
Parte 05: Sanciones
Parte 06: Horas libres
Parte 07: Días de lluvia
Parte 08: Estudio
Parte 09: Faltas de los alumnos
Parte 10: Relación con los padres
Parte 11: Condición social del alumnado
Parte 12: Actos escolares
Parte 13: Reuniones de departamento
Parte 14: Alcohol y drogas
Parte 15: Cuidado de las instalaciones
Parte 16: Mantenimiento de las instalaciones
Parte 17: Transporte
Parte 18: Valores 
Parte 19: Política

8 de enero de 2013

Escuela: Comparación de épocas (parte 18)

Valores

1973-1977:
Por aquellos días, los jóvenes teníamos diferencias como en cualquier otra época. No obstante ello, culturalmente había determinados valores que estaban en todos. Sabíamos que para lograr objetivos de vida es necesario el trabajo y el esfuerzo que muchas veces nos llevaba a realizar acciones que no eran del todo gratas (dejar de lado horas de juego por estudio) lo que significaba el sacrificio; el respeto al prójimo ni se ponía en discusión; cumplir con las obligaciones que teníamos era lo común, ya sea dentro o fuera de la escuela. Dar la palabra sobre alguna cuestión era un compromiso de honor. Ser honesto y responsable en nuestras actitudes y comportamientos, incluso si cometíamos alguna falta, luego no se negaba ante la requisitoria de las autoridades escolares. Ser puntuales era una cuestión de piel y ni se nos ocurría pensar que era lo mismo entrar a las 7:30 que a las 7:45. A las 7:30 ya estábamos formando para el izamiento de la bandera.
No recuerdo haber recibido charlas específicas respecto de estos temas en la escuela; no fueron personas a hablarnos de valores, no hubo clases especiales, no hubo "bajadas de línea" con folletos ni nada de ello porque tales valores los recibíamos en la familia y en la interacción con nuestros vecinos. Nos llamaba poderosamente la atención cada vez que había noticias sobre acciones violentas (terrorismo, atentados, asesinatos, etc.) pero todo se enmarcaba dentro de disputas asociadas a peleas políticas que había también en otros lugares del mundo (estábamos en plena Guerra Fría).

2012:
Plantear a los alumnos que debían entrar a horario fue pegarse la cabeza contra la pared, una y otra vez, predicar en el desierto sería más gratificante. Ante la ausencia casi total de estudio y cumplimiento de tareas en el hogar, varias veces suplanté las evaluaciones con tareas en el aula, en clase; la mayoría no las entregaba, no las hacía; en la clase hablaban con sus compañeros de cualquier otra cosa. Alumnos que contestan mal, que mienten, que hablan en voz alta mientras se está tratando de explicar algún tema o acordar alguna cuestión con el curso, que no escuchan, que no les interesa dar su opinión. Se me hizo casi imposible poder comunicarme con mis alumnos en cuanto a plantear los valores que deben ir formándose; y fue "casi" porque en los cursos menos numerosos y con alumnos más grandes se podía establecer alguna comunicación (al menos escuchaban y algunos hablaban), pero era como plantear cuestiones que nada tenían que ver con lo que los alumnos querían, no les interesaba.
La "verdad", como valor, no existe: Fue suplantado por el antivalor "conveniencia personal" en el sentido de hacer y decir sólo lo que le conviene a cada uno sin importar si es la verdad o no. Presentar un certificado médico trucho (por docentes y por alumnos) ha sido cosa de todos los días. La decencia se ha perdido.
En el ex Colegio Nacional hubo varias charlas con personas externas que plantearon diversos temas como ecología y su defensa, la represión ocurrida durante la última dictadura militar, entrevistas a diversas personas, actos, ferias... Cada año se repiten... Charla, tras charla, tras charla... ¿Y para qué? Los valores ni se asoman, cada día se desdibujan más y más y más. Hasta cuando se plantean estas realidades con los otros docentes, aparecían "por radio pasillo" las caracterizaciones a las que -parece- ya nos hemos acostumbrado: Estructurado, milico, autoritario, fuera de tiempo, idealista, ¡que se deje de joder!, dinosaurio...
En las escuelas privadas este tema no es "tan diferente", pero al menos, por el momento, hay alguna contención mayor desde los hogares, pero sólo un poco... Noto que también se está perdiendo y a pasos agigantados.
La violencia está naturalizada. "Todo es normal", desde las golpizas entre alumnos o fuera de la escuela hasta los robos producidos en forma constante en esta sociedad y sus asesinatos. Las peleas entre vecinos llegan a la escuela todos los días; la sociedad es muy violenta y dirimir los conflictos en forma razonada no está en la piel de casi nadie.

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Parte 01: Introducción
Parte 02: Vestimenta
Parte 03: Respeto hacia los docentes
Parte 04: Respeto entre pares
Parte 05: Sanciones
Parte 06: Horas libres
Parte 07: Días de lluvia
Parte 08: Estudio
Parte 09: Faltas de los alumnos
Parte 10: Relación con los padres
Parte 11: Condición social del alumnado
Parte 12: Actos escolares
Parte 13: Reuniones de departamento
Parte 14: Alcohol y drogas
Parte 15: Cuidado de las instalaciones
Parte 16: Mantenimiento de las instalaciones
Parte 17: Transporte
Parte 18: Valores 
Parte 19: Política

7 de enero de 2013

Escuela: Comparación de épocas (parte 17)

Transporte

1973-1977:
En mi caso, vivía en el Barrio SOMISA. Salía de casa a eso de las 6:45 a 6:50; tomaba el colectivo no más allá de las 7:00 y siempre llegaba a la escuela antes de las 7:30, horario de entrada. Y hay que tener en cuenta que debía caminar 4 cuadras desde la esquina de 9 de Julio y Mitre hasta llegar a la escuela. El recorrido es de unos 8 km, parando cada dos cuadras y el colectivo se llenaba antes de salir del barrio. Había un servicio cada 5 minutos en los horario-pico. A la vuelta el asunto se complicaba un poco ya que los colectivos llegaban casi llenos al centro y varias veces no podíamos tomarlo quedándonos a esperar al siguiente. Pero la espera entre uno y otro no tomaba más que entre 5 a 8 minutos. Los compañeros que tenía llegaban caminando, en caso de vivir en el radio céntrico o en colectivo desde sus barrios. No existían los remises; casi nadie (salvo algún apuro) llegaba en un taxi; pocos padres llevaban en auto a sus hijos; las bicicletas eran casi inexistentes y nunca vi a un alumno o docente que llegara en una moto. El servicio de colectivos estaba activo hasta la media noche.

2012:
Varios alumnos llegan en moto o bicicleta pero la mayoría lo hacen en colectivos (si viven lejos) o caminando, incluso viviendo bastante alejados del centro. Son muy pocos los alumnos que vivían en el centro (la mayoría de este grupo se pasó a las escuelas privadas, en donde sí se ven remises y autos familiares llevando a los alumnos). He tenido alumnos que caminaban más de 40 cuadras de ida y lo mismo a la vuelta. ¿Razón? Según ellos, no tenían dinero para el colectivo. No profundicé en mis indagatorias pero me quedé pensando si realmente algo no funcionaba como dicen desde el gobierno respecto de los millones de planes que se pagan todos los meses. El servicio de colectivos se corta a partir de las 22 a 22:20, lo que dificulta grandemente la asistencia y permanencia en clase del Bachillerato de Adultos (que funciona desde las 19:30) y de los institutos terciarios ya que sus alumnos comienzan a retirarse de las aulas a las 21:45.

Fotografía del Diario El Norte
Fotografía del Diario El Norte

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Parte 01: Introducción
Parte 02: Vestimenta
Parte 03: Respeto hacia los docentes
Parte 04: Respeto entre pares
Parte 05: Sanciones
Parte 06: Horas libres
Parte 07: Días de lluvia
Parte 08: Estudio
Parte 09: Faltas de los alumnos
Parte 10: Relación con los padres
Parte 11: Condición social del alumnado
Parte 12: Actos escolares
Parte 13: Reuniones de departamento
Parte 14: Alcohol y drogas
Parte 15: Cuidado de las instalaciones
Parte 16: Mantenimiento de las instalaciones
Parte 17: Transporte
Parte 18: Valores 
Parte 19: Política

Escuela: Comparación de épocas (parte 16)

Mantenimiento de las instalaciones

1973-1977:
Cuando se arreglaba algo (baños, mamposterías, cielorrasos, pizarrones, bancos, pintura, etc.), se hacía con cuidado y bien por medio de gente capacitada. El edificio tenía casi 100 años pero estaba en buenas condiciones, limpio y ordenado.

2012:
La escuela pública, salvo alguna excepción, parece "el rancho de la cambicha". Hay tubos de gas que están colgando de las paredes, mampostería caída en techos y paredes, puertas de salones sin manijas y sin poder cerrarlas; los baños de los alumnos parecen Hiroshima y Nagasaki luego de las bombas atómicas. Casi todos los días rompen algo (por ejemplo, algún vidrio, calefactor, ventilador, pizarrón). Si hay calefactor y/o ventilador, seguramente tendrá signos de haber sido maltratado (y hasta roto). Cuando se realiza alguna reparación, se hace por gente no capacitada, se hace mal, se hace cuando el Consejo Escolar manda a alguien que ni matrícula tiene. Si las autoridades quieren hacer bien algún arreglo, entonces tienen que tomar dinero de la cooperadora y contratar ella misma a las personas que hagan el trabajo. De esta manera la calidad del trabajo es mejor al tener un control directo.



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6 de enero de 2013

Escuela: Comparación de épocas (parte 15)

Cuidado de las instalaciones

1973-1977:
Inscripciones en las paredes había pocas; muchas en los bancos. Generalmente, se escribía el nombre del usuario y temas como "machete" para las pruebas. No rompíamos los bancos y, de romper un vidrio (que siempre era por accidente de algún tenor), vergüenza mediante procedíamos a pagarlo.

2012:
Inscripciones en las paredes y en los bancos por montones. Nombres personales, insultos, dibujos artísticos, nombres de grupos musicales, llamados a la libertad respecto de la marihuana, etc.





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5 de enero de 2013

Escuela: Comparación de épocas (parte 14)

Alcohol y drogas

1973-1977:
Al ir a los bailes o boliches, algunos mayores de 18 años tomaban alcohol. Nosotros nos dedicábamos a las gaseosas. No era bien visto el emborracharse, tomar alcohol no daba prestigio social. Las drogas eran algo tan raro que sólo de vez en cuando (muy de vez en cuando) se comentaba que alguien había consumido algo.

2012:
El consumo de alcohol en menores de edad ya es una epidemia. Los mismos alumnos me cuentan cómo se emborrachan los fines de semana y que "las chicas son las peores", toman más que los varones. Muchos (repito, muchos) alumnos me cuentan que se drogan y no sólo los fines de semana, entre semana también. Las mayores ausencias se dan los días lunes; al preguntarles por qué faltaron la respuesta ineludible es: "Mucha resaca, profe... Mucha joda y no daba más, me quedé a dormir".

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