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31 de enero de 2009

Ser Ciudadano o simple Habitante

En la bitácora Nanopoder se está desarrollando un debate muy interesante acerca del voto en nuestro país. A raiz de ello, me parece importante que tengamos en claro algunos conceptos como el de ciudadanía.

En nuestro país (y en prácticamente todos los países del planeta Tierra) hay un problema. NO SON CIUDADANOS los habitantes que no cumplen con determinadas características que les permitan ENTENDER, DECIDIR y dar más que una "opinión" (esto es doxa, no episteme, como he aclarado en la entrada anterior).

El ciudadano:
  1. Tiene derechos políticos (en nuestro país, según la edad y nacimiento, sos habitante o ciudadano).
  2. Tiene deberes (en nuestro país, según la edad y nacimiento, sos habitante o ciudadano).

Pero, ¿cómo poseer derechos y deberes y ejercerlos si no se tiene conocimiento sobre...?

  • Ciencia política.
  • Ciencia económica.
  • Legislación vigente.
  • Relaciones internacionales.
  • Historia.
  • Geografía.
  • Etc.

Estos conocimientos son necesarios para expresar algo más que una "simple opinión". Debe ser, para ver si me hago entender, una "OPINIÓN FUNDAMENTADA" en realidades.

La creación de la escuela en el siglo XIX tenía este objetivo (civilización o barbarie) que, más allá de los cuestionamientos que podamos hacerle a la clase dirigente que impuso determinados objetivos, tenía una idea clara: Que haya ciudadanos.

Un habitante sin conocimiento para poder tener un "pensamiento crítico" (en el sentido de poder analizar la realidad) no puede ser ciudadano y allí está el problema:

¿Cómo hacer para que todos los habitantes mayores de 17 años (18 cumplidos o más) puedan ser ciudadanos?

Hay una realidad que es más que evidente

  1. La gran mayoría de los votantes no saben quiénes son todos los candidatos que se presentan. Si no se los conoce, no se puede elegir entre las alternativas que se presentan.
  2. No se conocen las propuestas de los candidatos ni si las mismas (de conocerlas) son aplicables para lograr determinados objetivos con los que el votante debería acordar.
  3. La gente vota por un candidato de los que son más promocionados por la televisión y allí no aparecen todos los postulantes (como, por ejemplo, elección del Poder Ejecutivo).
  4. Muchas personas votan como habitantes y no como ciudadanos (con todo lo que ello representa).
  5. Muchas personas votan por promesas que les hacen los punteros políticos de tal o cual partido que, por lo general, es el Partido Justicialista que tiene mucho dinero de la caja pública para "regalar" en las campañas.

25 de enero de 2009

Todas las Opiniones Políticas NO son Respetables

En muchas reuniones familiares, de amigos, en el trabajo... hablando de diversos temas, muchas veces sale a la luz la política y nunca falta algún "comedido" expresando...

"Todas las opiniones políticas son respetables (o valorables)".

Esto, que ya es un mito entre los argentinos, es tan falso como una moneda de papel.

¿Por qué? Ahí vamos, pero cortito...

  1. Opinión es doxa, no episteme (el verdadero conocimiento). Una opinión no necesita verse apoyada en argumentos empírica o teóricamente demostrables. Es una idea basada en mitos, leyendas, publicidades... es repetir lo que otros han dicho o expresar alguna conclusión personal sobre experiencia propia.
  2. Si todas las opiniones políticas son respetables, entonces, lo primero que hay que hacer es cerrar la carrera de Ciencia Política en todas las universidades del planeta tierra. El conocimiento se ha ido creando a partir de la vida misma y de su estudio y análisis por parte de gente que se dedicó a estudiar un aspecto de la vida. Así se desarrollaron todas las ciencias a lo largo de la historia de la humanidad. Entonces, si todas las opiniones fueran respetables, tiramos el conocimiento a la basura y listo.
  3. A través de la historia ya se ha demostrado -trágicamente- que hay prácticas políticas nefastas. Por ejemplo, "si todas las opiniones políticas son respetables" ¿qué hacemos con un neonazi que expresa ideas políticas tendientes al totalitarismo y al asesinato en masa?

Dificultad en la escuela

Como docente de adolescentes, muchas veces se me hace difícil romper con mitos creados a partir de las "cosas" que los chicos escuchan en sus casas y en los medios de comunicación. Tan difícil que, cuando se va logrando el derrumbe de pre-conceptos y la construcción de nuevos conceptos, lo más común es recibir críticas de sus padres que algunas autoridades reciben alegremente porque se sienten identificados con esas ideas pre-conceptuales y siempre buscan con qué "pegarle" al docente que trata de enseñar.
Esta práctica la he tenido que soportar varias veces. Lamentablemente, puedo describir el estereotipo del docente-director que "busca presionar" a los docentes cuando sus prácticas áulicas buscan conceptualizar realidades. Ese estereotipo tiene nombre: Fascismo. Y, no es casualidad, esas personas -todas- pertenecen al mismo pensamiento político, son peronistas.
Esto no quiere decir que otros partidos políticos sean mejores (en el más amplio sentido); no, lo que quiero decir es que el fascismo está muy arraigado en nuestra sociedad y el peronismo le da a la gente identificada con él, un ámbito "agradable" para desenvolverse. Por "agradable" estoy diciendo un ámbito afín con sus inclinaciones totalitarias.

Una sociedad muy difícil

La sociedad argentina está muy atrasada en cuanto a saber y comprender aspectos que son básicos, esenciales y fundamentales que hacen que un habitante se transforme en ciudadano. Es un país en donde mucha gente tiene ideas equivocadas sobre lo que la Ciencia Política hace ya muchos siglos ha ido enseñándonos (a pesar de que se constituyó como ciencia moderna desde fines del siglo XIX). Además, esa mucha gente vota cualquier cosa que se presente con el escudito de tal partido político (por ejemplo, los llamados "votos cautivos" del Partido Justicialista o del Partido Radical, este último, en épocas ya pasadas). Es decir, la lealtad a un partido y/o a un líder (que encima ya está muerto) hacen que voten a cualquier personaje que se monte en una boleta electoral.
Estos partidos políticos argentinos no tienen una plataforma de propuestas, ni de valores, ni de Políticas de Estado. Hoy, podría afirmar, los partidos políticos representan el trampolín, la vía legal a la que se suben los aspirantes a la toma del poder y no lo que realmente deberían ser y representar.

8 de enero de 2009

Los legisladores, prueba de la falta de república

Diario Perfil, 8 de enero de 2009
http://www.perfil.com/contenidos/2009/01/07/noticia_0039.html

Scioli bipolar: sus legisladores apoyaron que el impuesto al cheque no se coparticipe, ahora un ministro se queja

Situación:
  1. Los diputados y senadores nacionales de la provincia de Buenos Aires votaron el presupuesto 2009 aceptando que el impuesto al cheque no sea coparticipable.
  2. La provincia de Buenos Aires se constituyó hoy en la primera del 2009 en reclamar mayores recursos del régimen de Coparticipación Federal de Impuestos. El reclamo estuvo a cargo del ministro de Justicia bonaerense, Ricardo Casal, quien pidió mayor coparticipación federal para la provincia y consideró que "no es justo que reciba tan bajo porcentaje siendo el Estado que más aporta a la recaudación nacional".

Lo que sucede siempre:
  1. Los políticos obedecen ciegamente a sus líderes-caudillos partidarios. En este caso, Néstor Kirchner (quien “maneja” el gobierno nacional).
  2. Los representantes de la provincia –los senadores- en el Poder Legislativo nacional no cumplen con su función de defender los intereses provinciales sino que votan a carpeta cerrada lo que les dice que voten el líder-caudillo partidario.
  3. Los habitantes –y no ciudadanos- argentinos en su mayoría votan igual, por adhesión a uno u otro partido o a un político que sale muy seguido en los medios de comunicación. No analizan políticas, propuestas, pasado de los postulantes, etc.

Conclusiones:
  1. Si no hay un avance en la calidad de la ciudadanía y la construcción de la república, imposible será mejorar las condiciones de vida en este país, República Argentina.
  2. La política argentina tiene un alto contenido fascista al obedecer ciegamente y a-críticamente al líder del momento. No se pregunta, no se cuestiona y se vota a carpeta cerrada (significa que los diputados y senadores del oficialismo no leen los proyectos de ley presentados por el Poder Ejecutivo y votan a carpeta cerrada lo que el líder-caudillo les dijo que votaran).
  3. Cuando la oposición participa en el debate parlamentario, por más que dé argumentos irrebatibles contrarios a lo que el oficialismo propone aprobar, los “obedientes” senadores y diputados oficialistas no cambian el voto que ya tienen “cantado” antes de entrar al recinto.
  4. Por otro lado, cuando los sindicatos propongan aumentos salariales, entrarán en un fabricado conflicto con el gobierno (el clásico tira y afloja). Es un circo. Porque en la Ley de Presupuesto está especificado lo que se pagará a los empleados estatales. Pero los sindicatos no presionan en la instancia de formulación y debate del presupuesto anual. Así, los sindicatos “llaman a la lucha” y sólo se hace catarsis. Es una forma más de controlar a la sociedad.
  5. Si los salarios de los estatales se arreglaran como corresponde en la Ley de Presupuesto anual, entonces no habría ningún conflicto en el que los sindicatos tengan la función de “crear el circo”.
Saludos.